Valdelacasa

Valdelacasa, ubicado en la comarca de la Sierra de Béjar, es un rincón de gran riqueza histórica y cultural. Sus raíces se remontan a tiempos ancestrales, con evidencias de asentamientos neolíticos que marcan sus primeros vestigios de civilización. Tras la caída del Imperio Romano, la región vivió una densa repoblación, dando lugar a una mezcla de culturas, religiones y etnias, donde mozárabes, castellanos, moriscos y judíos coexistieron.

Valdelacasa desempeñó un papel crucial en la repoblación de la región, siendo colonizada por gentes castellanas procedentes de la provincia de Ávila. Al igual que otros municipios de la Tierra de Béjar, se convirtió en un punto estratégico de defensa del territorio, al situarse en el límite entre los reinos de Castilla y León. Sus límites geográficos están marcados por dos importantes vías de comunicación: la Calzada de la Plata al oeste y el antiguo cordel de merinas en el norte.

A lo largo de la historia, estuvo vinculada a las Tierras de Béjar, en el siglo XV formó parte del Reino de León y, finalmente, en 1833, se integró en la provincia de Salamanca. Durante el siglo XV, el pueblo comenzó a diversificarse en diferentes núcleos poblacionales a medida que las antiguas fortificaciones medievales fueron abandonadas.

La arquitectura tradicional de Valdelacasa se caracteriza por casas de piedra con dinteles monolíticos y postes de piedra, reflejando la influencia de la historia en su paisaje urbano.

Sus masas forestales de robles y fresnos se alternan con prados ya que en tiempos pasados la agricultura y la ganadería fueron las principales ocupaciones de los habitantes.

En 1916 existían dos municipios con el nombre Valdelacasa, uno en Cáceres y otro en Salamanca, pero el primero decidió cambiar su nombre a Valdelacasa de Tajo para evitar confusiones.

Desde Valdelacasa podemos acercarnos rápidamente por la carretera hacia Guijuelo y Cristóbal. Por otro lado, muy próxima esta la autovía Ruta de la Plata que también atraviesa el municipio de Fuentes de Béjar.